miércoles, 24 de enero de 2018

Desde Jaén a Manacor



Está terminando el verano en la aldea de Las Graceas, pegada al parque de Cazorla, Segura y Las Villas, y también muy cercano a la localidad de Siles, donde los monjes siguen con sus cantos barrocos que tan populares los hicieron hace algún tiempo.
Es verdad que escucharles pone los vellos de punta. Si uno se encuentra en un estado receptivo, cuando las voces se alzan, se combinan, le imprimen ese carácter barroco que les distingue, da la sensación de que existe algo más allá de la cotidianeidad.
Pero asimismo es muy placentero el darse un remojón en el río cercano, en un lugar donde el ayuntamiento ha cerrado el caudal y practicado una piscina natural . Cuando el calor aprieta, es una verdadera gozada el zambullirse desde las orillas de cemento, notar el frío inmediato y aspirar profundamente el aire veraniego. Pasado el primer momento, luego la cosa es mucho más placentera, y te cuesta abandonar el sitio.
Salvo para refrescarte en el chiringuito cercano. Eso es lo que hacíamos Juanlu, su hijo Nilo, un amigo que regenta el bareto y yo, cuando sonó mi móvil.
Tarde de sosiego...y malas noticias
Esta llamada cambiaría un montón de circunstancias, entre ellas mi viaje en motocarro.
Venía de Castilla La Mancha, en cuaya capital, Ciudad Real, recalé por unos días. Me dirigí a Jaén, donde había contactado con alguien que intentaba, con otras personas, reflotar una aldea semi derruída que al igual que tantas que he encontrado en el camino, se va despoblando para llevar otro tipo de vida en la ciudad. Van quedando los más ancianos, dedicados principalmente a tomar el sol o buscar un sitio a la sombra en el banco de la plaza. Ya han atendido sus gallinas, quizás un cerdo, unas ovejas, un pequeño huerto, esos pequeños quehaceres del campo que no acaban nunca, que cada día, fiesta, feriados, navidad o fin de año, requieren de su atención.
Los jóvenes se cansan pronto de este continuo trabajo, y emigran a las ciudades en busca de otras oportunidades que mejoren su vida, buscando una felicidad que no saben – por su edad, por sus estudios, por su forma de ver la vida – que muchas, muchísimas veces, se encuentra al alcance de su mano.
Y así van sumándose pequeños pueblos, miles de no más de 300, 500 habitantes, que de pronto se convierten en un centenar, unas pocas docenas, un puñado de pobladores que se resisten. Las casas se abandonan, los campos crían hierbas salvajes, un temporal desgaja los árboles, vuela un tejado, se resquebraja y cae una pared, la vivienda se vuelve inhabitable.
Los ayuntamientos no colaboran, no resulta una labor rentable, no quedan votantes, y se va quedando en el olvido.
Descansos ocasionales en el motocarro
Por suerte, hay quienes quieren retornar a la naturaleza, al placer de la quietud, que pretenden olvidarse del tráfago excesivamente rápido de las ciudades, que prefieren una vida sencilla, más monótona quizás, pero que permiten otros placeres que se olvidan en la lejanía, y se refuerzan al volver. O al decidir hacer un hogar en ese lugar, reconstruyendo sus casas, limpiando plazas y paseos, arreglando calles, labrando campos y convirtiendo el sitio en un verdadero disfrute para los sentidos. En nada se parece el ruido de una taladradora al canto de un pájaro, la tranquilidad de una seguridad personal mucho mayor al doble cerrojo en una ciudad, donde finalmente quedamos atrapados en nuestra caja de zapatos ante el temor de un hipotético ataque.
Pues bien. Con estas perspectivas la familia de Juanlu se trasladó hasta Las Grageas, pequeña población enclavada sobre una pequeña elevación, y donde desde hace algo mas de tres años reconstruyeron (aún lo están haciendo), su vivienda, colaboran con con sus vecinos inmediatos, exponen planes y medidas ante el Ayuntamiento, comienzan a recibir respuestas y en definitiva, realizan las labores propias de quienes quieren fomentar ese tipo de vida.
Y allí me entretuve casi un par de meses, ayudando con las labores que -es verdad – parecen no acabar nunca. Pero comienza a ser otra vez la población de otrora, el plan va tomando forma, se agregan nuevos vecinos, y aunque algunas necesidades no se han alcanzado, disponen de servicios esenciales, un autobús recoge diariamente al hasta ahora único niño estable, Nilo, para llevarle al colegio, a pocos kilómetros existe un hospital de referencia, a seis o siete kilómetros dos poblaciones importantes, de manera que se compagina de manera excelente tanto la vida en ciudad como en el campo.



CAMBIO DE RUTA



Y con estos amigos me encontraba disfrutando de una tarde de piscina natural y descanso en el chiringuito, cuando llegó la llamada. Mi hija Andrea me informaba con la voz rota y dolida, que Luna, la pequeña que estaba punto de nacer, no habitaría entre nosotros.
Claudia tuvo un embarazo normal, pero en ocasiones el destino marca otra cosa. Y una muerte súbita en el momento del parto, nos impedía el goce y disfrute de la pequeña en el futuro.
Difícil es manifestar los sentimientos, aún peor es trasladarlos a palabras.
Y buscar la sombra una tarde de calor
El caso es que decidí marchar, estar en el lugar, no sabía – y aún no lo sé – qué podría hacer. Ante lo inevitable, ante lo imposible de cambiar, nos quedamos estupefactos, atónitos, desolados e imposibilitados de una reacción. Pero quizás solamente la presencia, la cercanía, el apoyo, pudieran mitigar, aún mínimamente , ese dolor cerrado y profundo que acontece.
No lo sé aún, pero el caso es que salí de Jaen, recorrí caminos, cambié de autonomía, hasta embarcar con el motocarro en Denia, rumbo a Mallorca. Desembarcamos , me reencontré con mi familia, pasaron unos cuantos días largos y penosos.
Pero noté que mi sitio no estaba junto a ellos, y decidí seguir en la isla, pero cambié de escenario, y me dejé llevar por mi trabajo como voluntario, en un huerto cercano a la localidad de Manacor, conocida últimamente más por Rafael Nadal que por sus propias circunstancias . Y allí me entretuve un tiempo, volví con los míos, volví al huerto de Joan y Petra, y me planteé las posibilidades de vida que me esperaban

Pero eso será motivo de otra historia….o no.











viernes, 12 de febrero de 2016

El escritor maldito y un pequeño pueblo pesquero del litoral alicantino


Moraira es un pequeño pueblo  pescador alicantino que se encuentra junto al Mediterráneo, de unos 14.000 habitantes. En la actualidad es un núcleo turístico importante, pero en 1969 recién comenzaba a despuntar el turismo en la costa mediterránea, cuando llegó Chester Bomar Himes y su esposa Lesley con el propósito de escapar de una vida maldita.
Chester Himes nació en Jefferson City, Missouri, EE.UU., en julio de 1909. 

Chester Himes
La vida no fue fácil para él ,especialmente en su niñez y adolescencia. Empleado como mozo de almacén, camarero, trabajos diversos en varios lugares, fue apresado por la policía cuando contaba 19 años por participar en un robo. En ese entonces, después de vagar con sus padre por Missouri y Ohio, el joven afroamericano estudiaba en la Universidad de Columbus, pero a causa de su detención fue expulsado. 

Su adolescencia estuvo marcada por el juego y los ambientes delictivos y aunque se libró de la cárcel, quedó la impronta policial en su vida, y dos años después, fue detenido por robo a mano armada, fue condenado a 20 años de prisión. Su buena conducta en la institución carcelaria, su ayuda a otros penados a quienes enseñaba a leer o ayudaba en tareas cotidianas, le valió cumplir solamente 7 años de prisión . Estando en el presidio comenzó su andadura como escritor, llegando incluso a publicar un relato dentro de ella. Salió en 1935 y su vida dio un vuelco bastante interesante. Aún trabajaba de lo que salía, pero continuaba escribiendo y en 1945 publica su primera novela: “si grita, déjalo ir”, la historia de un negro acusado de violación por una mujer blanca que lo deseaba.

Su primera novela policíaca
El estilo duro, insensible, descarnado, de sus historias de novela negra, fueron la impronta de su estilo como escritor. Aunque exploró otros campos, siguió con una severa y áspera denuncia sobre el racismo en su país. Cansado de ser considerado un escritor maldito, se traslada a París, donde conoce a otros escritores como Ernest Hemingway  . Richard Wright o James Baldwin, otros escritores que cómo el exploraban territorios similares. Había vivido varios años en el Harlem peligroso y poco recomendable, donde junto a sus vivencias en la cárcel, le dio pie para realizar una serie de novelas de éxito. A diferencia de otros escritores similares, Himes narraba con una cierta perspectiva, sin intentar protestar contra el racismo, ni reivindicar su parte africana. Era más bien la denuncia desnuda, la narrativa descarnada, el lenguaje barriobajero al que estaba acostumbrado, lo que gustó a sus lectores.
En su autobiografía “La cualidad del sufrimiento”, Chester Himes cuenta lo que fue su vida en Estados Unidos : “ América me hizo mucho daño – escribió -.Cuando luché por medio de la literatura, decidieron destrurime, nunca sabré di a causa de ser yo un degenerado ex presidiario que rehusaba llevar el hábito de la penitencia, o un negro que no aceptaba el problema de los suyos como propio”.

En París, además de otras publicaciones,  comenzó una serie policíaca teniendo a dos policías de poca monta, Sepulturero Jones y Ataúd  Johnson, como principales protagonistas. Sus pocas luces, la infantilidad de los interrogatorios, una visión fatalista de la vida ,  la ironía y el buen humor dentro de ese submundo, los hizo perfectos para el público de las novelas negras.
El comienzo de la saga de Sepulturero y Ataúd
 Una decena de títulos salió de su imaginación, de su vivencia, del submundo de Harlem y ello le permitió, a diferencia de otros escritores similares, vivir con cierta holgura, aunque siempre fue catalogado como un “escritor maldito”. Una periodista inglesa de nombre Lesley le solicitó una entrevista un buen dia, y ella conectó rápidamente con el afroamericano, quien comentó después que era el “primer caso de daltonismo” sobre el particular.
Pero lo cierto es que la cosa terminó en matrimonio, pero aún en París Chester Himes sentía sobre sí la velada sombra de la opresión a su trabajo. Como se negaba a cambiar, a almibarar sus crudas novelas, hizo que el escritor maldito tuviera dinero, pero no fuera feliz. “Sin la adversidad, hubiera sido un escritor mucho mejor” comentó en una ocasión.

ESPAÑA Y UN CAMBIO

En los últimos años del franquismo, España abrió puertas al turismo y su mujer Lesley descubrió el mar mediterráneo, los pueblos blancos y la costa levantina. Convenció a su marido de la conveniencia de un cambio, y Chester, que no tenía nada que perder y mucha paz que ganar, lió sus bártulos y una mañana de 1969 se instalaba en una urbanización bastante selecta, “El Pla de Mar”, en la pequeña población de Moraira, desde donde podía contemplar la hermosa visión del peñón de Ifach emergiendo del Mediterráneo.
Sin embargo, la sensación de desarraigo y desencanto siguió latente en su vida. Los pobladores de Moraira desconocían el pasado del escritor, y era uno más dentro de la cabida que una pequeña población puede dar a un extranjero  norteamericano negro con una mujer inglesa blanca.
 Pero vivió anclado en su propio mundo, un tanto recatado del exterior, y sin hacer demasiado amigos lugareños. Se lo trataba como lo que parecía ser: un hombre negro, quizás rico, distante, y un tanto enfermizo que estaba pasando su vejez en un lugar algo apartado.

SUS ULTIMOS AÑOS

En 1976, la vida comenzó a pasarle factura. Empezó a sufrir distintos momentos de parálisis, y el Parkinson motivó finalmente que sus últimos siete años de vida lo pasara en una silla de ruedas, cuidado y atendido diligentemente por su esposa Lesley.

El matrimonio Himes, Chester y Lesley
Solamente una docena de personas asistieron en el cementerio de Benissa a su entierro en 1984. Su esposa, su médico, algunos vecinos, el escritor Bernat Capó y el entonces alcalde de la ciudad, Miguel Martínez Llobel. Era un frío día de noviembre, y casi la totalidad de la población desconocía que con él moría todo un estilo en la novela negra policíaca.

Su esposa,  que seguía teniendo una visión un tanto aventurera de la vida , marchó a Estados Unidos, decidida también a requerir una reivindicación a su memoria. Instalada en Nueva York hasta su muerte en el 2000, pergeñó una biografía junto a Ed Margolies, conocida como “Las varias vidas de Chester Himes”.

El pueblo pesquero de Moraira también en su momento,  reivindicó su presencia en España años después, y actualmente se ha erigido un monolito recordatorio en las inmediaciones de su urbanización, consiguiendo que de esta manera la gente conociera que el vecino callado, retraído y solitario que vivía en un chalet de Pla de Mar, había llegado con un cargamento de literatura muy importante tras de sí, y que sus novelas negras policíacas, que aún se siguen vendiendo, habían calado hondo en ese género especial y dejado una huella muy particular, muy desgarrada, pero muy personal, difícil de olvidar.





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jueves, 4 de febrero de 2016

Inventos de nuevos emprendedores murcianos


En estos días me he encontrado con dos actos de emprendedores, que dicen a las claras que las ideas no están obsoletas, y que el “que inventen ellos” queda desmentido y olvidado entre los tópicos obsoletos. Hoy la gente intenta competir con nuevas ideas, nuevos productos.

Son actividades que no tienen nada que ver uno del otro. El primero me lo encontré por casualidad en la localidad de Archena. Detengo el motocarro junto a una nave que parecía abandonada, para mirar el móvil y despacharme un croissant. Sale de la nave un señor, se acerca y charlamos. El motocarro tiene eso, que atrae a diversas personas, por el desconocimiento del vehículo, por los carteles sobre el Medio Ambiente, o por otras razones diversas y variopintas.
Pedro Guillén junto a la nueva máquina

Pedro Guillén me introduce casi de inmediato en su proyecto: una maquinaria destinada a moler los rastrojos que quedan luego de la cosecha, para ser reutilizado como compost, acolchado anti hierbas, o abonar simplemente la tierra que se ha utilizado en la cosecha anterior.
En el interior de la nave, a la que accedemos poco después, varias maquinarias, remolques, restos de lo que fuera una empresa de cartonaje, y diversa herramienta y elementos de trabajo. En medio, la perla de la recientemente creada “Molyco Ambiental SL “, empresa que fuera creada en octubre del pasado año, dedicada a servicios agrícolas a terceros, fabricación de maquinarias, venta y alquiler de maquinarias y productos agrícolas 

Bajo el plástico, la primera máquina, probada en 2015
Se trataba del producto mejorado de algo que el año pasado fue un prototipo de moledora de residuos. Existen en el mercado multitud de maquinarias de este estilo, desde las pequeñas que suelen verse en granjas o huertos pequeños, hasta complejas y complicadas máquinas de algunas toneladas de peso. La que estábamos viendo estaba a medio camino entre una y otra.
Podrá pesar más de media tonelada, y según el propio inventor, tiene diferencias muy marcadas a otras existentes. Para ello me habla de los sitios en invernaderos en Murcia y Almería. En estos sitios generan se más de un millón de toneladas de restos orgánicos. El millón solamente lo produce Almería, con trazas de pesticidas y abonos. También 30.000 toneladas de plásticos y 6.000 de otros residuos diversos. Estos restos son un foco de propagación de plagas y una fuente de lixiviados, altamente contaminantes. Y terminamos comiéndolo, bebiéndolo o ingiriéndolo de alguna manera.

Pedro Guillén habla de las diferencias de su maquinaria con respecto a otras : puede cortar hilos y plásticos, algo que suele enredar a otras máquinas de este estilo. Comenta que lo suyo sería que se obligara a utilizar los nuevos plásticos degradables, y un hilo de algodón en lugar de los utilizados, de material no biodegradable. Me comenta que el nuevo modelo podrá triturar y preparar material orgánico en unas cuatro horas por hectárea, lo cual es rápido y eficiente. Tiene mecanismos para detener o moler pequeñas rocas que pueden caer por el volquete, funciona con un potente motor, y podría ahorrar molestias y pagos a los agricultores, que en la actualidad deben llevar los residuos a las plantas de recogida y regeneración   residuos ( la mayoría de los residuos son quemados, no reutilizados). Pero las plantas existentes están saturadas, y además tienen que pagar por ello. De modo que existen infinidad de vertederos ilegales, y esto podría ser, con un menor desembolso y sobre todo, por una mejor gestión y reutilización de los residuos.
 Asimismo porque este residuo compostado y reutilizado permite utilizar menos fertilizantes y abonos químicos.
La maquinaria está casi a punto. Se presentará oficialmente en unos 15 días en un campo cercano a Murcia capital, y a partir de entonces, la nueva sociedad piensa que podrá fabricar varias maquinarias de este tipo para su venta en plan nacional e internacional.

DENTRO DE 15 DÍAS, UNA NUEVA SIDRA

Presentación oficial del nuevo caldo
El segundo descubrimiento apareció en mi camino  hace un par de días en Jumilla . Aprovechando la entrega de unas cestas de verduras y hortalizas en esa ciudad, nos llegamos Demba y yo hasta el Restaurante del Loreto, una de las empresas que, junto con la Viña Elena, también de esa región tan conocida por sus vinos, se encuentran empeñadas en sacar un nuevo tipo de sidra: un líquido a partir de la pera  de la variedad ercolina ( o ercolini), que se cultiva por estos lares.
 En pocos días más, esta empresa conjunta lanzará al mercado una primera partida de 2.000 unidades, en formato de tercios y tres cuartos. Debo decir que el sabor me ha agradado. Necesita ser escanciado desde lo alto, al estilo de la sidra asturiana, para oxigenar el líquido, y uno encuentra un sabor grato al paladar, ligeramente azucarado y con ese regusto de la sidra procedente de manzanas, por ejemplo. Pero diferente y muy agradable.
Esta es la nueva sidra de pera
Irene López, gerente del restaurante Loreto, indica que “tratamos de promocionar productos autóctonos de Jumilla, por ello utilizamos la pera Ercolini, por lo cual esta sidra es única”. 
Nos remite a su página web para mayores detalles..pero qué mejor detalle que el haber degustado este nuevo producto!!.

Deseamos la mejor de las suerte a estos inventores/emprendedores, que confían en la excelencia de los productos que presentan, y que todos tengan una larga vida de éxitos.


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lunes, 1 de febrero de 2016

De cómo convivieron durante 800 años tres religiones en Iberia

Ahora que en Ginebra se están dando los primeros pasos en pos de un acuerdo en Siria, sería bueno que se tomara nota de cómo  se convivió por esta zona por donde me encuentro, durante muchos siglos, durante la época musulmana. Tres religiones principales podían hacerlo simplemente respetando a la otra persona. Quizás sea una posible vía alternativa al menos para acercar posiciones…

Cuando el comandante Tarík ibn Ziyad tomó tierra junto al llamado monte Calpe, en tierras hispanas, no pensaba seguramente que ese promontorio que se creía formaba parte de las Columnas de Hércules llevaría un día su nombre, y que la entrada de fuerzas omeyas en este lado del Mediterráneo duraría más de ocho siglos.
Era una noche del año 7ll, y los bereberes iniciaban la gran conquista. El lugar elegido fue llamado posteriormente “Monte de Tarik”, en honor del comandante ( en árabe Yabal Tárik), de donde deriva hoy  la palabra Gibraltar. Ubicada junto a la Bahía de Algeciras, al parecer en la playa de Tarifa fue donde Tarík desembarcó sus hombres, unos 7.000 en total. Dicen que quemó sus naves,(supongo que con alguna excepción, porque un barco no era suyo), más tarde  arengó a la tropa y comenzó la conquista. Al principio sin problemas, pero luego el rey godo Rodrigo le presentó batalla. Llegaron 5.000 omeyas más, y luego 18.000 más. Al año, la incursión musulmana estaba consolidada, y se fue incrementando hasta conquistar prácticamente toda la península bética.

ESTADO DE HISPANIA EN ESE ENTONCES

Había por aquel entonces un reino visigodo que primero gobernó Rodrigo, y al morir (se dice que en una batalla contra los musulmanes), lo continuó Agila, y luego Ardo. Los reyes godos o visigodos tenían problemas dinásticos y había una especie de guerra civil entre ellos. Por otro lado, había muchos judíos en la región, que eran ninguneados por los reyes, como ciudadanos de segunda. Al norte de África también los había, y muchos musulmanes profesaron entonces la fe judaica o la cristiana. Esto los convertía en amigos de alguna manera. Los judíos ayudaron a los bereberes, ya que sabían que sus condiciones de vida mejorarían con la entrada de estas tropas musulmanas. (el mismo Señor de Ceuta ayudó a Tarik al cruce del Estrecho de Gibraltar con sus tropas en su propio buque ).
Corán utilizado en Al Ándalus - en castellano
Hubo también una peste, que menguó la población bética, y por si fuera poco, al parecer Agila II, que gobernaba la región norte, había atacado también a Rodrigo, que estaba en el sur. Vamos, que las fuerzas hispánicas no lo tenían nada claro, y los musulmanes aprovechaban esta coyuntura para ir anexionando territorios. Al cabo de pocos años estaban afianzados en toda la península, y solamente se les escapó el entonces Reino de Asturias, y la mitad de la hoy Francia, cuyo poder detentaba el Imperio Carolingio.
Bien, esto era un tremendo carajal, y hasta se dice que los leales a Agila II colaboraron para que entraran los moros, con la esperanza de consolidar sus fuerzas y luego derrocarlos…pero no ocurrió nada de esto.
De manera que con el asentamiento de los musulmanes (mayormente sirios), en la Región Bética, (Hoy España y Portugal + media Francia), nacía una nueva situación política, religiosa y de convivencia con los vencidos.

LA POLITICA ADOPTADA POR LOS INVASORES

Los musulmanes, principalmente árabes y bereberes, mantuvieron después de la conquista, sus más y sus menos. Especialmente en lo concerniente a tierras ocupadas, lo que hizo que durante varios años hubieran pequeñas guerras entre ellos, y de manera interna, entre clanes árabes. Pero al parecer, los primeros tres años fueron los decisivos, y se logró la conquista con muchas capitulaciones y rendiciones acordadas entre godos y musulmanes. Aquí comenzó entonces los que fue llamado “la etapa de Convivencia”, que llegó a durar más de ocho siglos – y algunos suman hasta 10 -, en el cual los vencidos continuaban su vida, pagando tributos (por supuesto!), pero pudiendo mantener su fe religiosa, lo mismo que ocurrió con los judíos asentados en la región.
Se había formado para entonces un Califato islámico, dependiente del Califa omeya con capital en Damasco, Siria. Se nombró un Emir, o gobernador general, y se inició entonces una organización general hasta formar la llama España Mora (“moro” viene del Latín y del griego “Mavros”, de donde sale luego Mauro y mauritanos, por ejemplo.) La Península Ibérica se transformó entonces en un estado musulmán (o islámico), donde se permitió la continuidad de estas otras religiones,principalmente judías y cristianas. Al parecer, en ese entonces eran religiones muy parecidas. Los judíos tenían costumbres de convivencia en el norte de África con los musulmanes y los cristianos entonces no creían en Jesús, dado que la llamada “Trinidad” aparece posteriormente, sobre el año 325, en el llamado Concilio de Nicea, y produjo un cisma religioso del que costó salir.
Mapa del califato Omeya
Pero era la Época de Oro del Islam, que extendía sus tierras desde Al-Ándalus (llamado así al parecer como sinónimo de “Pueblo de vándalos”, un grupo germano que ocupaba la Península Bética y parte del norte africano), hasta la mismísima China. De modo que toda la región, incluida Septiminia, la zona conquistada en Francia, se denominó al-Ándalus por los musulmanes. Las sucesivas conquistas hicieron que se gobernara en los países y regiones conquistadas, con ayuda del Estatuto del Ahl al Dhimma, es decir “la gente del Pacto”.
Este Pacto permitía a los lugareños continuar con sus propias costumbres, si bien la conversión al islam traía ventajas que muchos aprovecharon. Así, desde el siglo octavo, y en otras regiones del planeta,pueblos como los cristianos arrianos, los nestoranos, los coptos, judíos, zoroastrianos, maniqueos, hinduistas o monofisitas, pudieron seguir profesando su propia fe religiosa. Por su parte, a los musulmanes eso le facilitaba enormemente la instalación más o menos pacífica en territorios conquistados, evitando luchas intestinas que debilitarían su posición.

Por ejemplo, en el documento más antiguo de la era andalusí, el Emir Abdul Aziz permitió al entonces gobernador de Orihuela, que se mantuviera como gobernador inamovible de su pequeño territorio durante muchos años. En ese entonces, al parecer se utilizaba el criterio islámico dimanante del Corán,  y la Sunnah ( o Tradición del profeta Muhammad), que respetaba los derechos y propiedades de los  conquistados. Eso sí, abonando el correspondiente tributo o “tarifa” al estado islámico. Esto dio pie a que durante más de ochocientos años estas tres religiones, la islámica, la judaica y la cristina pudieran convivir  más o menos pacíficamente en la Península Ibérica.



Cuadro de la Batalla de Guadalete, donde moriría
el  rey visigodo, Rodrigo
No fue hasta 1492, año en que Colón zarpó hacia el descubrimiento americano, en que esta región fue reconquistada totalmente . Esto podría dar pie asimismo a numerosas hipótesis sobre los numerosos conflictos con que debió lidiar Cristóbal Colón para poder zarpar en sus tres naves, y en el tipo de tripulación que llevaría a bordo, un centenar de hombres de toda procedencia.
Para ese entonces, lo que fuera un orgulloso califato islámico había quedado reducido a diversas regiones ocupadas,más o menos aisladas, en lo que era un verdadero “reino de Taifas”, como se denominaba entonces, y que los hispanos aprovecharon para ir recuperando paulatinamente el territorio, hasta culminar en su totalidad en el año de 1492. A poco de la caída total fue cuando los Reyes Católicos ungieron a su pupilo Colón, y comenzaron la conquista, hacia otro continente.
De manera que es dable pensar si no sería posible en Siria una convivencia de ese estilo.
 

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lunes, 25 de enero de 2016

En la huerta murciana, lugar estupendo


Noche de luna llena en Ojós, Murcia. Las montañas que nos circundan están iluminadas con esa pálida luz, tenue pero suficiente, y esa limpieza que tiene el cielo tachonado de estrellas en este lugar.
 Localidad pequeña, como muchas de las que encuentro en el camino. El nombre, contrariamente a lo que se cree, no deriva de la palabra castellana “ojos”, sino que parece derivar de “Oxox”, una palabra árabe que podría significar “los huertos”, o “los caseríos”. Por ello se cree que la población se asentó firmemente en esta zona conocida como “El Valle de Ricote”, (también conocido como “Valle Morisco”), donde las huestes del jefe musulmán llegaron sobre  el año 711 o 712. Dos años después, una vez fortificada la zona, se firmó un acuerdo de paz con el jefe local, el visigodo Teodomiro, mediante el cual los habitantes, muchos de ellos tal vez descendientes de romanos, que ya andaban por estos lares, podían mantener su fe cristiana siempre y cuando pagaran el impuesto correspondiente (no hay variaciones con lo que ocurre en el presente) y la no colaboración con los enemigos de los musulmanes.
No fue una  casualidad que los árabes llegados a la región quedaran prendados del lugar. Ubicado en un estrecho valle entre montañas, con el río Segura brindando agua suficiente para regadíos , con un clima envidiable y una tierra feraz , se aseguraban el sustento, e incluso la exportación de cítricos y hortalizas, que luego llegaron a sitios tan distantes como Siria, Yemen, Irak y otros países dominados por los musulmanes en aquella época. Por otro lado, fue una capitulación conveniente para los habitantes del ligar, que siguieron su vida y colaboraron con los árabes durante muchos años, hasta que los vientos de la reconquista trajeron la liberación de la región, a finales del Siglo XII.

Esto es La Era, vista desde la montaña del Chinte, junto al río Segura.
LA ERA DE OXOX

Este es el lugar donde me encuentro. Justo donde comienza lo que los moriscos llamaron “una de las maravillas del mundo”. La  hoy denominada “ La Era de Oxox”, es una pequeña finca de unas tres hectáreas, con huertos, cítricos y el Segura avanzando como límite por el este, internándose en el Valle del Ricote, lugar poblado de huertos y plantaciones de cítricos, principalmente limones, mandarinas y naranjas, que bordea un total de cinco poblaciones. “La Era” está enclavada en un lugar protegido de las Sierra de Ricote y La Navela, un paisaje verdaderamente hermoso.
A unos 37  kilómetros de la capital murciana, la población, de unos 500/600 habitantes, se alza tranquila junto a este maravilloso enclave mediterráneo. Y aquí fue donde llegamos, mi cacharra y yo, hace algo más de una semana. Había contactado con sus propietarios, Natalia, Demba y la pequeña Hawa, y siguiendo sus indicaciones llegué sin problemas, dado que la finca se encuentra a pie de la carretera. No me fue nada difícil congeniar con esta pareja, y conocer asimismo a otra “wwoofy” como yo, Karina, norteamericana veinteañera de Florida, a la que se agregó poco después su amiga Maggie, procedente de Carolina del Norte. Total, que nos pasamos el día intercambiando frases en castañuflo. Inglés, español, y algo de catalán mallorquín con la dueña, ya que Natalia vivió durante años en Mallorca. Demba procede de Mali, y el fruto de su unión, Hawa, acaba de cumplir sus cuatro años. Es pizpireta, inquieta, y anda siempre correteando por la casa, amplia y cómoda.
Demba y Nat con la pequeña Hawa en brazos

TRABAJO ES LO QUE SOBRA

Algo así me dijeron cuando contacté con ellos, y a fe mía que es cierto. Venía desentrenado por las fiestas navideñas, mi estancia en Murcia capital, y mi cuerpo notó la sacudida de los primeros días, aunque poco a poco me voy habituando. Quitar hierba, cosechar hortalizas, regar, recoger limones, dar de comer a los animales, todas las tareas propias de una finca ecológica de este calibre. Pero se va haciendo con alegría, sin presiones, y con un horario muy flexible.
 De modo que me siento cómodo en esta vieja finca que necesita refacciones por doquier, pero que poco a poco va forjándose una posición mejor. Me asombra la capacidad de trabajo de Demba, capaz de diez, doce horas diarias de duro trabajo. No se le puede seguir el paso, al menos no es mi caso. Dudo que pueda llegar a su altura, pero intento colaborar a mi ritmo y con mi edad y cuerpo dispuesto para ello.

Estoy instalado en una habitación confortable del primer piso, donde se encuentran los dormitorios, y como estamos pasando un largo veranillo de San Martín y quizás San Andrés, mal que le pese al planeta, las temperaturas son muy agradables. Trabajamos de mañana, y a veces un poco por la tarde, y los fines de semana son más duros porque el lunes es tiempo de entregar pedidos. Salen semanalmente de la finca muchas cajas de cebolletas, apio, espinacas, acelgas, lechugas variadas, etc.

Y de momento, es lo que hay. Algunos detalles que contaré en la próxima oportunidad, como una entrevista con un fabricante/inventor de una máquina trituradora de residuos vegetales, destinados a tornar a la tierra en forma de compost o cubierta verde.
Ya veremos que da de sí la charla con Pedro, un jubilado que manejó durante años una empresa de cartonajes, y ya mostró un prototipo de esa máquina en varios lugares, con muy buena acogida.


…pero eso será parte de otra historia…o no.

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jueves, 21 de enero de 2016

Entrevista al ex decano de la Universidad de Murcia José Ma. Egea Fernández


Tengo la oportunidad de entrevistar a  José María Egea Fernández, catedrático de Biología y ex decano de la Universidad de Murcia, a raíz de la publicación de un nuevo libro, esta vez titulado “Cultivos promisorios para enfriar la Tierra y Alimentar al Mundo”. La entrevista tiene lugar  en su despacho de la Facultad de Biología de la capital murciana.
El profesor en su laboratorio de investigación
Me interesaba su particular punto de vista, relacionado con ciertas especies arbóreas, a las cuales vengo siguiendo la pista desde hace muchos años, especialmente por haber observado la dejación que se observa en la mayoría de las regiones africanas que pertenecen a países muy subdesarrollados. El principal problema, que ya se ha convertido en algo usual, es utilizar los árboles como un medio para desarrollar su día a día : cortar ramas y troncos para hacer fuego, cerramientos para animales, viviendas, etc. No se piensa en el árbol como materia viva que le dará sustento y apoyo a su sustento cotidiano, sino como un elemento en el entorno que se puede aprovechar. Esto ocurre desde hace años en Taihti…… que forma parte de una isla. Verde en la República Dominicana, marrón en Haití. En el primero se fomenta el suelo verde, en el segundo se le utiliza como material de uso diario.     
Fue mi primera pregunta, relacionado con treinta y nueve especies que propicia cultivar el profesor Egea. Pero una primera sorpresa :
-“Realmente, el trabajo que estoy realizando tiene que ver con el medio ambiente, pero de una forma tangencial. Lo que trabajo es el tema de la Agroecología desde un punto ecológico, que debe ser no solamente sostenible, sino económica y socialmente sostenible”.
-Y en que se diferencia la Agroecología de la producción normal?
-En que éste es un manejo del sistema agrario, que no utiliza pesticidas, ni abonos de síntesis, aumentando la flora silvestre asociada, …que la atraiga para mejorar. Por eso va con una serie de plantas que mitigan, contribuyen a cambiar uno de los problemas más graves. La Agroecología te dice que tienes que tener una gran diversidad dentro del sistema. Por eso también va asociada a la agricultura familiar, no a las grandes superficies.
-La agricultura familiar…?
-Sí, es un mito que la agricultura industrializada está alimentando al mundo. Datos recientes cifran en un 70% el consumo de alimentos el producido por la agricultura familiar.La agricultura industrial, o extensa, es menor de lo que parece.
Por el contrario, la familiar, la pequeña agricultura, no está subvencionada. Se la ha dejado de lado, teniendo en cuenta que es la que alimenta al mundo mayoritariamente.
-Pero no en un contexto ecológico…
En su elemento, el campo
-No, la agricultura campesina no sigue un reglamento ecológico, evidentemente, aunque utiliza muchos elementos naturales, como material orgánico, abono, diversificación, mejoras, un manejo agroecológico importante, aunque en oportunidades se utilizan pesticidas, abonos no naturales y otros elementos similares.
El profesor Egea está en su elemento. Basta que comiences una pregunta, que ya tiene un archivo enciclopédico mental con variantes y respuestas comprobables, y muestra porqué este académico sabe de lo que habla. Es doctor en Botánica, experto en Liquenología, y que desde el año 2000, centra toda su actividad investigadora en el campo de la Biodiversidad Agraría, Agroecología y el Desarrollo Rural. Desde 2005 ha participado en 6 proyectos de investigación sobre esta temática. Es asimismo autor de varios libros, entre los que se encuentran: Guía del Paisaje Cultural Tierra de Iberos. Una perspectiva agroecológica (SEAE); Guía de huertos ecológicos (UMU); El bioitinerario como herramienta de turismo responsable agroecológico, El caso de la Comarca del Noroeste (Región de Murcia) (IMIDA); y Libro rojo de las variedades locales de la Región de Murcia I (RAERM). Es editor de la revista científica Agroecología, de la Universidad de Murcia, que se publica en colaboración con SEAE, SOCLA y ABA. Por último, que no es poco, es miembro de la Junta Directiva de SEAE y Presidente de la Red de Agroecología y Ecodesarrollo de la Región de Murcia.

Cambiamos de asunto  durante la charla.
-En esta región siempre existen problemas de agua. Se habla de los eternos trasvases de fuentes fluviales cuando el verano acecha. Pero también se dice que el agua se malgasta con el sistema de riego que utilizan muchos agricultores, por inundación.
Piensa la respuesta. Es conocido el problema de trasvases del Segura y el Ebro.
-Es cierto que en el campo de Cartagena, por ejemplo, hay un riego a manta, y la evaporación es importante, y allí  se tiene que ir a un sistema más racional. Pero en muchos casos el agua torna a sus cauces naturales, y con la evaporación además, forma una especie de micro clima que mantiene la humedad. En  sitios de secano, en cambio, el agua se filtrará, se perderá. Habría que ir adaptando las cuotas, por este problema de escasez. Se ha estado hablando desde hace tanto tiempo del rio Segura, que yo creo que hay que ir pensando en otros cultivos que no requieran tanta agua, a cultivos podríamos ir colocando que no requiera tanta agua para combatir esa desertización que nos amenaza.
-Según todos los indicadores del cambio climático, con este probable  aumento exponencial de la temperatura,  uno de los impactos mayores se producirá en las zonas más secas, en regiones africanas subsaharianas , incluso en el Sahel, que será de las regiones que mas sufrirá.
(El Sahel es una especie de cinturón verde que divide África por la mitad, y su parte norte está plagada de zonas desérticas que se van incrementando, causando muchos perjuicios no solamente al clima ambiental, sino particularmente a una serie de países subdesarrollados que no encuentran actualmente una solución).
El profesor comenta esa situación, pero retorna a lo suyo, la región de Murcia y Almería, donde desarrolla sus actividades.
En su propio huerto, cerca de Mula
-Nosotros aquí, en el sureste de España, en Murcia y Almería , no somos una zona subdesértica porque tenemos el mar al lado, que nos amortigua un poco. (por el aprovechamiento de la evaporación que llega a tierra) .Si fuéramos una región continental, esto sería un desierto. Pero es una zona seca, subdesértica, semiárida. Hay zonas que tienen una producción de 170 mm. De lluvia al año, y se considera desierto menos de 200 milímetros al año, así que hay que tener especial cuidado.
Es verdad. De momento algunas de estas zonas aprovechan los microclimas para contener el avance del desierto, aunque hay muchas voces de alarma en torno a la creciente probabilidad de convertirse en zona subdesértica, y muchos indicadores dan por sentado que ello ocurrirá en no muchos años.
Me interesaba saber sobre una planta africana, la “moringa “ (moringa oleícola), un árbol parecido al algarrobo, cuyas virtudes  empiezan a ser altamente apreciadas. En su libro sobre “Cultivos promisorios…”, el profesor incide en su utilización.
-Llevo 15 años siguiendo esta línea agrícola. La reforestación no la he tocado, pero habrá que ir pensando en que es una realidad,  el clima se verá afectado, habrá que ir pensando en  plantas de tipo moringa, algarrobos, et. Aquí tenemos plantas como el pino Carrasco, que aguanta bastante, y luego habrá que ir a la Jojoba, al genero prosófico, de zonas desérticas, y similares, y a plantas arbustivas. Mantener nuestras propias especies forestales, también. Nos mantendríamos con ellas, y probablemente si las sequias lo permiten, continuaríamos con ellas. El género prosófico es primo hermano de nuestro algarrobo, pero  tolera mejor las sequias, y por eso hablo de nuestras propias especies forestales. Tratar de mantener nuestros recursos propios, y sino procurar conseguirlo con tratamiento, con estratos arbustivos.
De todas maneras, se podría ir pensando en reforestar algunas zonas que requieran elemento arbóreo… y si la climatología no lo permite, probar con estas especies que en la actualidad  tenemos o no .
-¿Qué otro tipo de plantas y elementos arbustivos? - pregunto.
-Si estamos en  época de sequías, en plantas tolerantes. Estoy pensando en el Argán, el argán espinoso, del genero prosófico, como la Jojoba, el pariente más cercano del algarrobo, como plantas arbóreas. Luego iría al Amaranto, a plantas de ese tipo. Pero solo en forma de prueba. No podemos traer plantas foráneas sin conocer perfectamente las condiciones climáticas, para ver cómo van a responder.  De momento la jojoba o el argán  se han estado ensayando, pero se han abandonado, no sé porqué…
El catálogo seleccionado en su último libro  incluye 82 especie,s de las cuales 36 son de la Región Mediterránea, 27 de zonas tropicales (de áridas a secas), 13 de la cordillera andina y 7 de zonas tropicales más o menos húmedas. Las especies infrautilizadas u obsoletas mediterráneas han sido cultivadas desde tiempos remotos en la Región de Murcia y en particular en la región Tierra de Íberos. Algunas de estas especies, como granado, higuera o membrillero se mantienen en pequeñas explotaciones comerciales, aunque lo más frecuente es encontrarlos en el margen de las parcelas y en huertos para autoconsumo. El cultivo de otras especies, como nispolero, jinjolero y serbal está prácticamente abandonado; mientras que el de otras especies como el mirto o el madroño se abandonó hace tiempo y ahora su uso mayoritario es como ornamental
-Junto a una granja donde estuve en Tarragona – le comento – he visto una plantación de Jojoba de unos tres años. Se me comenta que solamente se planta por las ayudas y subsidios existentes.
-Eso tiene otro problema, -me responde el profesor. - Si hay una plantación de regadío, y yo planto jojoba, bien… pero luego, ¿dónde la comercializo?, ¿Quién me la va a comprar?. Si no hay alternativas comerciales no importará.
En este último libro lo que pretendemos, hablando  de los cultivos promisorios, incidimos sobre  la problemática general  que puede pasar con el cambio climático a nuestro planeta, problemas de sequia, de salinización, buscamos  plantas  que pueden ser de mayor  interés para este cambio climático que está a la vuelta de la esquina, que se ha comenzado a producir.
Por ello hablamos de 82 especies que podrían ser útiles,
Y luego, hay una tercera parte, que  es la necesidad de hacer una propuesta con una red de agricultores, para interesarles a nivel regional .Ya estamos con 15 productores de zonas desde Águila, (Murcia)junto al mar, hasta zonas montañosas, para hacer pruebas de forestaciones de estas especies. Ellos estarían dispuestos a poner tierras y medios para logarlo
Si esta idea pudiera transportarse a diferentes regiones junto al Mediterráneo, donde varios países ya se ven afectados, podría ser no una solución al problema del Medio Ambiente, pero sí una punta de lanza con qué parar, frenar o disminuir la entrada del desierto.
Me despido del profesor con una sensación agridulce. Por un lado, observo cómo algunos científicos abogan por la diversificación regional forestal y agrícola, como es su caso, y por el otro, la indiferencia mostrada en lugares como la gran Cumbre de París, que acabó hace pocas fechas, y que continúa dilatando las soluciones posibles sobre este cambio climático.
Quizás se produzca, y quizás no. Tal vez ya estemos en una especie de talud o tobogán, que no  permite cambiar de dirección. Por supuesto que sin la intervención activa de los gobiernos poderosos, las posibles soluciones seguirán durmiendo el sueño de los justos en algunos despachos cruciales, de EE.UU. China, India, Europa, etc.
Y nosotros los veremos o no…dependerá de si la raza humana sigue existiendo dentro de un siglo o dos.

domingo, 17 de enero de 2016

De Alicante a Murcia



En Murcia se conjuga lo moderno con lo antiguo, como
este hermoso puente (o pasarela) colgante sobre el río
He estado  pasando unos días en la capital murciana, antes y después  de disfrutar de  las fiestas navideñas con la familia. Sólo  me he instalado y poco más, como quien dice, porque he realizado un alto en el camino en Alicante capital en casa de mi niña, algo que parecía iba a ser  una visita de médico, pero que finalmente  se extendió un poco.

De todas maneras, en los últimos días del año, las probabilidades de traslado se encontraban un tanto  anuladas, debido justamente a  las constantes fiestas, días inmaculados, días constitucionales, navidades, reyes  y puentes varios. El mes  de diciembre se fue en un plis plas, sin que te dieras cuenta. De modo que puede considerarse un alto en el camino, que se renovó en los primeros días del mes de enero, con la vuelta a la zona y la continuidad del viaje.

Murcia es una región que me atraía especialmente.

Antiguo como la catedral murciana,sobrecargada y rococó
 Por un lado, se encuentra lo conocido como “la huerta murciana”, una realidad en forma de hortalizas, frutas y verduras cultivadas muchas veces  en pequeñas y medianas  parcelas,  muchas de ellas orientadas a la demanda nacional además de la local. Es, por lo tanto, un lugar que puede considerarse un gran mercado, una comarca destinada a conseguir la mayor producción, la mejor cosecha, los productos estrella, y una gran variedad de artículos que posteriormente viajan por tierra, mar y aire, hacia su destino nacional y europeo.
 Por otro lado, ocurre que este tipo de manufactura obliga a los agricultores a forzar la producción, de manera tal que se avienen a la adquisición y utilización de pesticidas, insecticidas, potenciadores de sabor, color y aromas, o el encerado de las frutas para mayor brillantez, entre otros movimientos industriales que permiten una mayor oferta y venta de hortalizas, frutas  y vegetales en general.

OTRO TIPO DE CULTIVO

También te encuentras con sorpresas agradables
La pregunta es entonces...¿ cómo pueden subsistir granjas ecológicas junto a este tipo de producción? Este caso lo pude ver claramente en una pequeña granja de Tarragona, donde dos jóvenes alemanas intentaban conjugar su esquema vegetariano y ecológico, estando rodeada su pequeña parcela, de granjas de engorde de animales, principalmente cerdos. Es duro y muy difícil, sobre todo cuando tu granja es pequeñita, tú eres extranjera, te envuelven los comederos de cerdos, y el olor de las deposiciones  se infiltra  cotidianamente en las fosas nasales como un cuchillo. Los vecinos te miran como un bicho raro, y comentan como al desgaire que “esa granja ya ha cambiado de mano varias veces”. 
No me extraña.

Preparando el siguiente artículo (y probando
el selfie stick que los Reyes dejaron en casa
de Ana, la madre de mis pekes).
Por ello, volviendo al tema murciano, esas particularidades lo que me atrae. Conocer de primera mano como conviven ecología y producción industrial, ecología y pesticidas, lugares protegidos y explotación sin más. Posteriormente quisiera sumergirme en la realidad de Almería, donde la provincia es un desierto con un mar de plásticos de invernaderos que puede verse desde los satélites. Un lugar que produce más de un cinco por ciento de producción a nivel nacional de hortalizas y verduras. Allí se dispara la negación de lo ecológico, y quisiera descubrir como cohabitan granjas o lugares ecológicos con estos gigantes de producción plastiquera, hidropónica y multitudinaria.

En Almería los invernaderos atraen asimismo a población foránea, mucho inmigrante, gente que desconoce la labor ecológica, que no le importa con tal de realizar una venta mejor de su producto, o la obtención de dinero rápido. En fin, muchas aristas que conviene ver si se puede concretar.

Pero de momento me he puesto en marcha desde Alicante, y el motocarro sigue devorando como loco los kilómetros. Bueno…como loco…pero bien…sigue adelante con ánimo renovado.

Y mi destino primario es Murcia capital, con otras intenciones.




Pero eso será material para otra historia…o no.